otro mundo es posible

Nombre: Pensando el mundo
Ubicación: Chile

sábado, noviembre 08, 2008

El diccionario de Íngrid


El retorno a la libertad de los 15 secuestrados por las Farc ha removido muchas emociones que van del aplauso a las lágrimas y del orgullo nacional a la angustia por quienes todavía se encuentran en medio de la selva. Miles de imágenes transmitidas en directo han tenido en vilo a millones de seres humanos que en todo el planeta presencian las escenas familiares, los abrazos largamente guardados bajo las cadenas, las ruedas de prensa de las víctimas, los generales, los ministros, el presidente. Se han relatado una y otra vez los detalles del rescate y se han repetido con reiteración las felicitaciones de los jefes de Estado.

Las primeras declaraciones de Íngrid Betancourt, al descender del avión que la trajo a Bogotá, las escuché con una inmensa emoción humana: esta mujer que había sido mostrada en el límite de la supervivencia hablaba con una serenidad, una fortaleza y una lucidez extrañas para alguien que muchos creíamos que iría directamente a un hospital para salvar su vida. En un determinado momento una periodista peruana le preguntó qué llevaba en su morral y respondió que traía un diccionario muy pesado que había solicitado insistentemente durante largo tiempo.

Se me ocurrió, entonces, que este pequeño detalle anecdótico tenía un profundo significado simbólico: en vez de un arma al hombro, un diccionario. Mientras sus captores portaban balas, ella llevaba palabras. Pensé, entonces, en un país que un día pueda sustituir el lenguaje de las armas por el uso correcto del idioma: la palabra separa al ser humano del animal, permite nombrar el mundo, declarar el amor, disentir sin eliminar al contendor, enunciar la esperanza. Pensé en un país con más maestros que combatientes, con más libros que fusiles. Pensé en un país donde la seguridad provenga del ejercicio de la razón sin necesidad de recurrir a la fuerza para contrarrestar el terror. Un acto simbólico muy fuerte sería hacer llegar un diccionario a cada combatiente, para que siempre lo lleve en su mochila de campaña y mientras se esconde en la selva, sienta sobre su espalda el peso de la palabra que sirve para entenderse.

El diccionario le prestó a Íngrid palabras con un significado muy profundo: serenidad, mesura, prudencia, felicidad, milagro, gratitud. Y también ese libro que compendia nuestra lengua será capaz de ayudarnos a entender la pasión y convicción con que expresó su confianza en las instituciones democráticas, que son el escenario civilizado donde la palabra permite construir escenarios de paz, reglas de convivencia, marcos jurídicos, posibilidades y límites al ejercicio de la ciudadanía.

Los medios de comunicación tienen la posibilidad de mostrarnos lo que ocurre mientras ocurre, en caliente, pero nos limitan la capacidad de detener los hechos para pensar sobre ellos: una emoción es substituida por la siguiente; una imagen, borrada por la que llega; una frase se pierde entre otras mil frases. Por eso conviene rescatar de a poco todo lo que ha sucedido en estos días, retomar las declaraciones de fondo separándolas de todas aquellas de adorno. Meditar sobre el acontecimiento humano del cual hemos sido testigos esta semana puede ayudarnos a comprender un poco mejor lo que tenemos, lo bueno que hay en nuestra gente, la solidaridad de quienes estuvieron juntos en condiciones tan indignas, el valor sin aspavientos de quien renunció a la fuga para cuidar la salud de sus compañeros de infortunio, la importancia de acogernos a las instituciones diseñadas en el marco de la Constitución y la ley. En esto debemos ayudar a pensar a nuestros niños, niñas y jóvenes, pues no hay mejor manera de acercarse al ejercicio de una verdadera ciudadanía que con el ejemplo y con el significado correcto de las palabras que nos hacen comunidad humana.



lunes, septiembre 15, 2008

Cuidado con las estacas.

Un día el Diablo dijo: “¿Qué es esto? ¡Qué injusto! Haga lo que haga la gente, siempre que ocurre algo malo me echan la culpa a mí. ¿Qué culpa tengo yo? ¡Soy inocente! Mira, te mostraré como me culpan por todo”.

Había un fuerte carnero sujeto a una cuerda, que a su vez, estaba atada a una estaca. El Diablo aflojó la estaca y dijo: “Esto es todo lo que voy a hacer”.

El carnero dio un tirón y arrancó la estaca del suelo. La puerta de la casa de su propietario estaba abierta y, en la entrada, había un hermoso espejo, enorme y antiguo. El carnero vio su reflejo en el espejo, agachó la cabeza y atacó. La luna quedó destrozada.

La dueña de la casa corrió escaleras abajo y vio su hermoso espejo, que había estado en la familia durante años, completamente destrozado.

Enfurecida, les gritó a los sirvientes: “¡Cortadle la cabeza a ese carnero! ¡Matadlo!”.

Así que los sirvientes mataron al animal.

Pero aquel carnero era una bestia especialmente querida de su marido, que le había dado de comer de su mano cuando era pequeño. Así que al llegar a casa halló a su hermoso carnero muerto. “¿Quién le ha matado? ¿Quién ha podido hacer algo tan terrible?”.

Su mujer gritó: “Yo maté a tu carnero. Lo hice porque había destrozado ese espejo tan hermoso que me habían legado mis padres”.

El marido, airado, replicó: “En ese caso, me divorcio de ti”.

Los chismosos del vecindario les dijeron a los hermanos de la mujer que su marido iba a divorciarse de ella por causa del carnero que había matado.

Los hermanos se pusieron furiosos. Reunieron a sus parientes y salieron  por el marido, armados con fusiles y espadas.

El marido oyó que venían y llamó a sus propios parientes a defenderle.

Las dos familias comenzaron una disputa en la que se quemaron muchas casas y murieron muchas personas.

El Diablo dijo: “¿Ves? ¿Qué he hecho yo? Tan sólo mover la estaca. ¿Por qué voy a ser responsable de todas las cosas terribles que se hicieron los unos a los otros? Yo tan sólo aflojé un poquito la estaca”.

Vigila tus estacas.

* Extracto de la obra El amor es el Vino, de Sheij Muzaffer Ozak recopilado por Sheij Ragip Frager. Ediciones Al Sur.

domingo, junio 01, 2008

Buena suerte, Mr. Gorsky (Neil Armstrong)

Cuando el astronauta del Apolo, Neil Armstrong pisó por primera vez la luna, no sólo dijo su famosa frase “un pequeño paso para el hombre, un enorme salto para la humanidad”, sino que después hizo varios comentarios, los usuales de comunicación entre él, los otros astronautas y el centro de control.
Sin embargo, justo al volver a la cápsula dijo algo enigmático: “Buena suerte, Mr. Gorsky”. Mucha gente de la NASA penso que sería un comentario casual acerca de algún cosmonáuta soviético rival. Sin embargo, tras comprobarlo, no se encontró ningún Gorsky en ningún programa espacial ni ruso ni americano. A lo largo de los años, mucha gente interrogó a Armstronga cerca del significado de su comentario “buena suerte Mr. Gorsky“, pero Armstrong se limitaba a sonreir siempre, sin decir nada.
Hace algunos años (el 5 de Julio de 1995 en Tampa Bay FL) mientras respondía preguntas tras un discurso, un periodista saco a relucir la famosa pregunta de 26 años de antigüedad. Esta vez por fín respondio. Mr. Gorsky había muerto, por lo que Neil Armstrong sentía que podía dar solución a la pregunta. Cuando era un niño, estaba jugando al béisbol en el patio trasero con un amigo. Éste, golpeó una bola con fuerza y la hizo aterrizar en frente de la ventana del dormitorio de sus vecinos. Estos eran el señor y la señora Gorsky. Cuando Neil se inclinaba a recoger la pelota, oyó a la señora Gorsky gritándole al señor Gorsky. “Sexo oral?! Quieres sexo oral?!, Tendrás sexo oral cuando el chico del vecino se pasee por la luna!”. Es una historia verdadera.

lunes, diciembre 18, 2006

NI OLVIDO

NI OLVIDO, NI PERDÓN
Mario Benedetti

Vamos a festejarlo,
Vengan todos,
Los inocentes,
Los damnificados,
Los que gritan de noche,
Los que sueñan de día,
Los que sufren el cuerpo,
Los que alojan fantasmas,
Los que pisan descalzos,
Los que blasfeman y arden,
Los pobres congelados,
Los que quieren a alguien,
Los que nunca se olvidan.

Vamos a festejarlo,
Vengan todos,
El crápula se ha muerto,
Se acabó el alma negra,
El ladrón,
El cochino,
Se acabó para siempre,
Hurra,
Que vengan todos,
Vamos a festejarlos.

A no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día la muerte
no borra nada
quedan siempre las cicatrices

Hurra
Murió el cretino
Vamos a festejarlo
A no llorar de vicio
Que lloren sus iguales
Y se traguen sus lágrimas
Se acabó el monstruo prócer
Se acabó para siempre
Vamos a festejarlo
A no ponernos tibios
A no creer que éste
Es un muerto cualquiera
Vamos a festejarlo
A no volvernos flojos
A no olvidar que éste
Es un muerto de mierda

domingo, diciembre 10, 2006

El enfermo imaginario

El Hospital Militar es la última “trinchera” del ex dictador

Abogados de derechos humanos pidieron que la justicia determinara si el diagnóstico efectuado a Pinochet el fin de semana pasado fue “exagerado”. Indagando en su historial clínico, no cabe duda de que su salud está estrechamente ligada a los vaivenes judiciales de los múltiples casos que se siguen en su contra.
La Nación

Daniel Pacheco

Aunque esta vez fue en serio, la rápida recuperación de Augusto Pinochet de un infarto al miocardio y un edema pulmonar, sufrido el domingo anterior, hizo sospechar a sus detractores sobre la veracidad de su enfermedad. Y no es para menos. Su historial clínico muestra varias coincidencias entre hospitalizaciones y citaciones judiciales.

PRIMERA CAÍDA: LONDRES

Durante su obligada estadía en Londres –octubre de 1998 a marzo de 2000–, tras la operación a su hernia lumbar y posterior arresto, sufrió dos desmayos debido a su aguda diabetes y la bajada de azúcar en su sangre. El primero fue el 2 de septiembre de 1999, luego de tomar el té con Margaret Thatcher, y el segundo, siete días después ante el embajador de Chile en Inglaterra, Patricio Cabrera. Ambos desfallecimientos tuvieron profusa cobertura mediática.
Finalmente, a principios de 2000, por razones humanitarias, el entonces ministro del Interior británico, Jack Straw, rechazó extraditarlo a España.
Al volver a Santiago –3 de marzo de 2000–, el general se internó ocho horas en el Hospital Militar (HM). El 20 de marzo pasó tres horas en el mismo recinto tras un desmayo. Al día siguiente fue sometido a un escáner cerebral en la Clínica Las Condes. El 29 de marzo se hizo un examen cardíaco en el Centro Radiológico Flemming. El 21 de junio se realizó exámenes otorrinolaringológicos en el HM.

CARAVANA DE LA MUERTE

A pesar de su intenso periplo hospitalario, el 8 de agosto, Pinochet fue desaforado por el caso Caravana de la Muerte, a cargo del juez Juan Guzmán.
El 6 de septiembre volvió al HM con problemas para caminar, ocho días después se realizó un chequeo general y el 29 una intervención dental. Su defensa argumentó que los achaques no le permitían enfrentar un juicio. Mientras la Corte de Apelaciones resolvía si ordenaba peritajes médicos, a fines de octubre Pinochet se “atrincheró” por nueve días en el HM aquejado de neumonía. Paralelamente, los exámenes neurológicos y mentales, dispuestos por el tribunal de alzada, revelaron una “demencia subcortical de leve a moderada”.
El 1 de diciembre, el juez Guzmán lo procesó y dictaminó su arresto domiciliario, que quebró sólo para ir al HM y hacerse exámenes que su defensa adjuntó a la petición de sobreseimiento.
Y aunque el 26 enero de 2001 fue trasladado de urgencia al HM, el 5 abril se le vio de compras en el Mall Alto Las Condes, generando indignadas críticas entre sus detractores. Cuatro días después, el ex comandante en jefe se fortificó en el HM por un “nuevo episodio vascular cerebral transitorio”.
Días antes de que la Corte de Apelaciones resolviera sobre su sobreseimiento, Pinochet se guareció una semana en el HM por una dolencia odontológica. Para el Ejército se trataba de “decaimiento, malestar, trastornos metabólicos y presión arterial irregular”, y para los querellantes, “de un truco ladino para impedir su filiación”.
Poco después, Pinochet fue “sobreseído temporalmente” porque su “demencia vascular irreversible y progresiva” le impedía comparecer ante la justicia.
Su débil salud mental, argüida en el caso Caravana, le permitió rehuir los casos Prat, Cóndor y Calle Conferencia, pero también clausuró su vida política, y en julio de 2002 renunció al Senado y se fue a pasear a Iquique, lo que para muchos fue una burla a la justicia.

LOS COSTALAZOS

En marzo de 2003, mientras la Suprema analizaba su desafuero por el caso Calle Conferencia, se parapetó en el HM para que le enchularan su marcapasos, y en abril porque se fracturó un dedo del pie izquierdo.
Pero esa no fue la única rotura ósea sufrida ese año; en noviembre, su muñeca izquierda no resistió el costalazo que se dio mientras reposaba en la V Región.
Durante 2004, su rol en la Operación Cóndor revoloteó sobre su flanco judicial. El 20 de enero, un nuevo porrazo le fracturó un hombro y lo regresó al HM. La familia no ahorró detalles para explicar que Pinochet no podía cuidarse solo.
Sordera y dificultad para caminar, además de un “estado físico bastante deteriorado”, le describió el juez Guzmán en su informe. Y aunque fue desaforado el 26 de agosto y procesado el 13 de diciembre, el 7 de junio de 2005, Pinochet eludió la justicia por la angosta rendija de la “demencia moderada” que consignaron los informes médicos. Poco antes había acudido al HM afectado por desmayos e isquemia.

LOS DINEROS

La aparición de sus cuentas secretas en el Banco Riggs, a fines de 2004, condicionaron su situación judicial y política durante todo el 2005.
En enero de ese año, la entidad bancaria confesó haber ocultado 10 millones de dólares de Pinochet, quien durante el 2002 –a pesar de su escasa salud mental– efectuó complejas transacciones bancarias.
En octubre, el máximo tribunal lo desaforó y en noviembre lo procesó por corrupción y fraude tributario, y quedó con arresto domiciliario. Durante 2006, la salud del general estuvo estable, hasta el domingo pasado, cuando volvió a guarecerse en el HM con un ataque cardíaco y un edema pulmonar.
La rutina sanitaria no debería variar, pues la situación judicial de Pinochet aún está pendiente en los casos Riggs, Villa Grimaldi, Colombo y Berríos. Desde su trinchera de sábanas blancas, el general aguardará las resoluciones que la justicia tomará esta semana.

martes, octubre 31, 2006

A propósito del Oro...

Por favor, no confundir El Oro del Rin con El Oro del Riggs.
Símbolo del oro: Au… de ¡Auxilio!
"El oro puede formar fuertes amalgamas con El Mercurio" -(textual, enciclopedia de los metales preciosos, Wikipedia)
No es lo mismo precioso que procesado, dijo el abogado Gutiérrez.
Existen en Chile la Laguna del Oro y la Laguna del Inca, y también las lagunas mentales.
Cuando llueve muy fuerte quedan todas interconectadas.
"El principal objetivo de los alquimistas era producir oro partiendo de otras sustancias, como el plomo". ¿El plomo de las balas?
El dios egipcio Horus tenía la carne de oro, lo que me pone la carne de gallina, y el rey Midas convertía todo lo que tocaba en oro. "A ti te toca" le decía de vez en cuando a sus subordinados, para que se mantuvieran fieles y con la boca cerrada.
Existen 18 radioisótopos del oro, siendo el "195Au" el más conocido, "con un largo período de desintegración". Al parecer, conserva las "propiedades" del metal dorado hasta que le da la gana.
El símbolo del oro (Au) viene del latín aurum, que significa amanecer radiante.
No equivocarse con 'augustum', amanecer angustiado, ni con 'hacer su agosto' durante todos los meses del año, y por muchos años.
El oro en la zona central de Chile se encuentra con frecuencia en las quebradas, como en la llamada antiguamente Quebrada de Ramón, hoy de José Ramón, y también en las márgenes del estero Marga-Marga, que desemboca en Hong Kong. Quiero decir Concón.

Si una flor florece , es primavera en todo el mundo.


Todos los días al despertar, enciendo mi computador para leer las noticias online en los diarios nacionales, sin embargo, secretamente lo que busco, es algún titular que diga: "Pinochet, Condenado" o "Pinochet, Culpable". Esto me causa algo de conmoción interna, pues no puedo negar que lo deseo, en verdad, sin embargo no puedo dejar - en cierto modo- sentirme "culpable" por desearle mal a alguien; conmoción que se apacigua un tanto, cuando nuevamente pienso y digo... No. Solo quiero Justicia.
Hoy he despertado y veo en www.lanacion.cl una noticia similar: "Por primera vez, Pinochet quedó preso por delitos de secuestro, homicidio y tortura". Me estremecí por completo y volví a encontrarme con mis 2 viejos sentimientos.... Ahí están... leo la noticia, esta vez es por el Juez Solís, mmm pienso nuevamente: Primero fue Garzón, luego Guzmán, después el Juez Muñoz, el Juez Cerda, ahora el Ministro Solís... Un paso a la vez. Queremos Justicia.. La pregunta es: ¿ Es válida una justicia que llega con más de 20 años de retraso?. La respuesta la obtengo con otra pregunta: ¿Yo, soy valido ahora, de igual forma como lo fui antaño? Esperemos que esta vez, la justicia, sea ciega pero no sorda y tartamuda... como dice la canción.

sábado, junio 24, 2006

¿El Armagedón de Bush?

Elecciones de noviembre: ¿El Armagedón de Bush?
Analistas políticos estadounidenses y sondeos de opinión auguran que el partido del Presidente sufrirá un descalabro electoral en los comicios legislativos de noviembre.
lanacion.cl

Martin Kettle/THE GUARDIAN
En la historia de los chascarros editoriales, hay pocos peores que el titular de la portada del diario estadounidense “Chicago Daily Tribune” de noviembre 1948, que decía: “Dewey derrota a Truman”. Esa clásica humillación dejó su huella en la psiquis colectiva del periodismo de Estados Unidos no sólo debido a que un importante periódico se equivocó con los resultados de una elección presidencial la misma noche de la votación, lo cual podría haberse olvidado con el paso del tiempo, sino porque en St Louis al día siguiente el triunfante Harry Truman posó con un ejemplar de ese tabloide en alto para los fotógrafos y, por lo tanto, para la historia.
Aún así, este relato de advertencia parece una prudente introducción para presentar el ambiente que poco a poco se instala en los pasillos del poder en Washington. En la capital de Estados Unidos, la clase política parece estar preparándose para un impactante revés en las elecciones de noviembre del Partido Republicano, en que milita el Presidente George W. Bush.

Sí, posiblemente se equivoquen todos los expertos (no sería la primera vez). Sin embargo, los hechos que apoyan su opinión en este momento son demasiado contundentes.
Tal como lo expresó el analista político norteamericano Charlie Cook, el escenario “pinta color oscuro para los republicanos. Están mal, muy mal. Todos los indicadores de diagnóstico señalan que 2006 será el ‘Armagedón’ para el partido oficialista. La única buena noticia para ellos es que aún faltan cinco meses”.
Es importante resaltar que los indicadores de diagnóstico que Cook menciona se extienden mucho más allá de las lamentables tasas de popularidad del mandatario estadounidense, las que actualmente bordean el 38%. Normalmente, está es la única medición que atrae la atención en Europa. No obstante, la política norteamericana es mucho más sutil, variada y, por sobre todo, localizada que esa variable. Y, en este caso, la pudrición es mucho más profunda.

“Rumbo equivocado”
En cuatro encuestas efectuadas en mayo, por ejemplo, se les preguntó a los estadounidenses si piensan que el país, en general, se dirige en la dirección correcta o incorrecta. Normalmente, esta es una buena forma de tomar el pulso a la salud política del partido del Presidente en el poder. En cada encuesta, menos de un tercio de los encuestados contestaron “en la dirección correcta”, y más de dos tercios dijeron “rumbo equivocado”. Así, un experto en vulcanología diría que nos acercamos a una erupción.

Esto es aún más evidente cuando se les pregunta a los votantes estadounidenses si aprueban o desaprueban el trabajo que hace el Congreso, actualmente controlado en ambas cámaras (Senado y Cámara de Representantes) por los republicanos, aunque no actúa como el “títere” del actual jefe de la Casa Blanca.
En siete sondeos nacionales efectuados hace un par de semanas, entre un 23% y 33 % de los encuestados aprobaron la labor del Congreso, en tanto, la desaprobación varía entre un 52 y un 70 %. Según la tradición popular electoral estadounidense, cuando la tasa de apoyo al Congreso alcanza un 40 %, el partido en el poder puede esperar perder alrededor de cinco de los 435 escaños de la Cámara de los Representantes.
El último sondeo otorga al Congreso un escuálido apoyo del 27 %. “Tenemos un huracán de categoría 4 ó 5 para noviembre”, pronostica el politólogo Thomas Mann, del Brookings Institution. “La duda es si los diques podrán aguantar”, añade.
Mann cree que entre 50 a 60 escaños republicanos en la cámara baja podrían estar en peligro. Dado el alto grado de manejo de los distritos electorales estadounidenses, de forma que los resultados favorezcan al partido en el poder, esto sería el equivalente de una “revolución cultural”.
Claramente, los grandes ganadores serían los demócratas, venciendo la actual mayoría republicana de 27. Sin embargo, sería más sensato percibir una victoria terminante como un rechazo a los republicanos. Marcaría el final de una docena de años de dominio republicano en la Cámara de Representantes que comenzaron con la revolución derechista de Newt Gingrich en 1994. Irónicamente, sin embargo, muchas de las pérdidas se encontrarían entre los pocos republicanos moderados que quedan.
Ninguno de los estudios de opinión divulgados recientemente augura que los republicanos pierdan representación en el Senado.

Para que eso ocurra, los demócratas tendrían que mantener todos sus escaños en el Senado, y además, tendrían que quitarle seis escaños nuevos a los republicanos, incluido uno en Tennessee, Estado difícil de ganar y donde el candidato demócrata es el carismático africano-americano Harold Ford, y contar con que el probablemente victorioso independiente socialista de Vermont, Bernie Sanders, los lleve a 51. En la carrera por el Senado, al igual que con la carrera presidencial de 2004, los golpes más duros tendrán lugar en los estados de grandes oscilaciones como Ohio, Missouri y Pennsylvania.

El factor presidencial

Puede ser peligroso tratar estas elecciones a mediados de un período legislativo como un juicio final respecto del Presidente. Sin embargo, son pocos los que ponen en duda que Bush es la figura central en esta campaña así como Irak es el tema central.
A comienzos de 2005, el Jefe de Estado norteamericano le dijo al diario “The Washington Post” que ya había tenido su “momento de rendir cuentas” respecto de Irak y había sido reelecto. Pero esa era sólo una ilusión. Actualmente se encuentra ante la poderosa combinación de continuar prolongando la ira de los demócratas en torno a la guerra y la creciente decepción de los republicanos.
Además, la tasa de popularidad de Bush es mucho más baja que cualquier otro Presidente estadounidense en su segundo mandato en las últimas décadas del siglo veinte, con la excepción de Richard Nixon, quien tuvo que renunciar a su cargo cuando aún le quedaban dos años y medio de su mandato.
Bush y su “gurú” electoral personal, Karl Rove, actual jefe de la campaña republicana para los comicios de noviembre, intentarán proyectar las elecciones como un concurso entre dos visiones de Estados Unidos. Sin embargo, este proceso eleccionario promete ser un clásico plebiscito. Incluso Gingrich hace poco reveló su opinión que los demócratas deberían basar su campaña en el lema: “¿Estás harto?”.
Si es así y sí los estadounidenses realmente están hartos, entonces hay dos cosas que probablemente ocurrirán después de noviembre. Primero, veremos el creciente aislamiento de un Presidente políticamente debilitado, y segundo, veremos que 2008 marcará un nuevo capítulo. La ira que llevará a los demócratas al triunfo en 2006 no hará lo mismo en dos años más.

Pero no olvidemos a Truman. En el cajón de mi escritorio guardo una copia de un apasionado editorial - el cual afortunadamente nunca fue publicado - que redacté en las horas tempranas de la noche del 2 de noviembre de 2004, bajo el sencillo pero, o así al menos lo percibía en aquel momento, elocuente titular: “Presidente Ferry”. Lo vuelvo a leer a veces para no olvidar que aún falta mucho para que llegue aquel día.